No se por qué le sigo dando importancia a cosas que no tienen sentido, a sueños que nunca soñé, sonrisas que nunca robé. Construí un palacio de papel alrededor de una cenicienta (y sin necesitar probar zapatos para reconocerla), esperando ser frágil y al soplar tirarlo abajo, pero no. Aparentemente me joden ciertas cosas que no deberían, me jode no saber qué hay en tu cabeza, qué no, por qué a veces simulás ser algo que no sos (o que no querés).
Estoy lleno de preguntas, todas con una misma respuesta (te es fácil reír), y yo sigo siendo el mismo pibe pelotudo desde hace 20 años y con pocas ganas de cambiar ciertas cosas, así que supongo que esta no será la última pared con la que me choque.
Supongo que esto es todo por ahora, no me gusta la idea, pero bue.
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