miércoles, 26 de enero de 2011

Las 19:40

Hace dos días el reloj marca 19:40.
No se si es que funciona mal, o estoy anclado en el momento en que te perdí.
Casualmente me paro en el mismo lugar a esperar el subte, aunque puede ser la costumbre.
También me hacen dudar las caras de las personas, que siempre son las mismas, pero también es la rutina que día a día (y por suerte) nos lleva a trabajar a cada uno.
La ropa, parece que no se ensucia, será que por el calor usamos poca ropa (y la misma) por estos días.
Llega el subte, empujo un poquito para entrar y empiezo a transpirar mi remera de La Renga con la estrella blanca del recital en el Ruca Che. Hago la combinación con la línea A y llego al trabajo.
Salgo de trabajar, voy a casa, me aburro lo que queda del día y con sabor a nada me voy a dormir.
Me levanto a las 8 de la mañana, me baño, me cambio, elijo una remera recién lavada, que tiene una estrella adelante de un recital en Neuquén y voy al subte.
Otra vez el reloj marcando las 19:40 y ya me parece raro.
Tengo la misma remera que tenía ayer, pero no la saqué del lavadero, la saqué del armario.
La gente que viene es la misma, a pesar de que me levanté una hora más temprano.
Espero que quizás mañana, vuelvas y pueda dejar de estar anclado en el horario en que te perdí.

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