Hace dos días el reloj marca 19:40.
No se si es que funciona mal, o estoy anclado en el momento en que te perdí.
Casualmente me paro en el mismo lugar a esperar el subte, aunque puede ser la costumbre.
También me hacen dudar las caras de las personas, que siempre son las mismas, pero también es la rutina que día a día (y por suerte) nos lleva a trabajar a cada uno.
La ropa, parece que no se ensucia, será que por el calor usamos poca ropa (y la misma) por estos días.Llega el subte, empujo un poquito para entrar y empiezo a transpirar mi remera de La Renga con la estrella blanca del recital en el Ruca Che. Hago la combinación con la línea A y llego al trabajo.
Salgo de trabajar, voy a casa, me aburro lo que queda del día y con sabor a nada me voy a dormir.
Me levanto a las 8 de la mañana, me baño, me cambio, elijo una remera recién lavada, que tiene una estrella adelante de un recital en Neuquén y voy al subte.
Otra vez el reloj marcando las 19:40 y ya me parece raro.
Tengo la misma remera que tenía ayer, pero no la saqué del lavadero, la saqué del armario.
La gente que viene es la misma, a pesar de que me levanté una hora más temprano.
Espero que quizás mañana, vuelvas y pueda dejar de estar anclado en el horario en que te perdí.
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