viernes, 16 de abril de 2010

A un desaparecido

No se donde estás, pero espero que bien. Pienso que nunca vas a leer esto, pero quién sabe. Ayer, conocí a alguien, que cuando terminé de hablar, lo primero que se me vino a la cabeza fuiste vos. Me pareció TAN igual, pero tanto, que no me sorprendió que sea de un lugar muy cercano a vos...

Tiene tu forma de hablar, que hace que me quiera callar y escuchar (o leer) el arte que sale de su (tu) boca. Cómo me gustó leerte y escucharte siempre, je. También tiene tus miedos, tu armadura, que tan fuerte te hace parecer. Tus locuras, sobre todo... Es raro, porque recién ayer fue la primera vez que hablé bien con ella, y ya puedo decir que es igual a vos... Ya la conocía hace un tiempo, y desde siempre me pareció que estaban relacionadas.

Son la misma persona, con distinto nombre.

Pero también, tiene algunas cosas mías, como creer que todo se puede, y soñar libremente, sobre todo despierto.

Esto no tiene nada que ver con amor ni nada, solo me vino a la cabeza el parecido. Igual, me siento un poco estúpido escribiendo, haciendo lo mismo que siempre hiciste vos.

Lo bueno, es que ya puedo pensar sin tristeza, con paz, y seguridad de que hice lo que tenía que hacer.

Suerte para la próxima

1 comentario:

Mariela dijo...

Guauuuu, que fuerte leerte pendejo, cada día me confirmás lo que siempre pensé de vos, sos de buena madera y completamente transparente. Me alegra tanto que tu tristeza te haya abandonado y esa paz que tan lejana parecía llegara acompañada se esa seguridad que no debes perder nunca, seguridad de que podés, seguridad de que lo bueno está por venir.Te quiero Santi y sabés que desde hace un tiempo tu mamá postiza hacía fuerza para que esto que hoy contás al fin llegara.