miércoles, 2 de mayo de 2012

Por tu sonrisa muere el dolor, el aire se escapa y el aliento un desconocido.
Por verte la sangre se queda quieta en mi cuerpo y pierdo hasta el más mínimo sentido.
Por la distancia que nos separa camino arrodillado una y mil veces.

En este punto tengo sed y necesito un abrazo.

Ya hace 382 entradas que me estoy clavando un hacha en el pecho...


Y todavía sigo vivo.

No hay comentarios: